La "lucha en barro o lodo" es un espectáculo (usualmente nocturno) que fue promovido en EEUU por Paul Boesch a inicios del Siglo XX, habiéndose difundido en la actualidad a todo el planeta.
Consiste en una lucha entre contendientes sumergidos en una gran tina de lodo. Unos a otros tratan de embarrar más al contrario. El final es obvio. Todos terminan enlodados ante el público que se encuentra en las graderías. Ellos no participan.
Escándalo de Lava Jato
Lamentablemente, esta pelea se ha institucionalizado en el país. El barro es la corrupción y los luchadores son los políticos. A raíz de las toneladas de lodo que vinieron desde el Brasil con el escándalo de Lava Jato, el escenario nacional se convirtió en una gran tina. Al principio con unos pocos contendientes. Hoy la casi totalidad de políticos están metidos en ella. Y lo grave es que unos a otros tratan de enlodarse, siendo que los que más querían lucir pulcros, no lo son pues el avance de las investigaciones, está demostrando lo contrario.
Delaciones premiadas
Según las empresas brasileras mafiosas, coimearon a todos. Partidos, candidatos a la Presidencia, candidatos al Congreso, candidatos a las Regiones, Alcaldes y funcionarios de segundo orden. Estos últimos al amparo de sus jefes inmediatos y con la complicidad permisiva de sus propios gobiernos. Todo el país huele mal y los pocos de los que aún no se sabe nada, tiemblan conforme avanzan las indagaciones. Los colaboradores eficaces como Jorge Barata, les han puesto los pelos de punta. En un último esfuerzo, están tratando de boicotear estas delaciones premiadas en un vano intento por no ser introducidos en la tina.
Alfonso Quiroz
El desaparecido historiador Alfonso Quiroz, nos legó una magnífica obra (poco leída y menos difundida, por supuesto) titulada "Historia de la corrupción en el Perú". Doloroso recorrido por la vida republicana del país señalando toda la podredumbre.
Quiroz define la corrupción como "el uso del poder político burocrático, por parte de camarillas de funcionarios coludidos con mezquinos intereses privados para obtener ventajas económicas o políticas contrarias a las metas del desarrollo social mediante la malversación o el desvío de recursos públicos y la distorsión de las políticas e instituciones". En suma, es el abuso del poder en provecho propio.
Si el historiador viviera se habría escandalizado del grado de cinismo y refinamiento del caso Lava Jato. Las empresas mafiosas le dieron dinero a todos los angurrientos que querían tener poder. Y no lo hicieron por mecenas. Fue a cambio de favores.
Lluvia de dólares
"Ganaron" (más bien les regalaron) licitaciones de gran envergadura, escandalosamente sobrevaluadas. Toledo cargó con más de 20 millones de dólares (hecho totalmente comprobado). Pero no robó sólo. No lo podía hacer. Necesitó de Ministros y organismos como PROINVERSIÓN. Fue una farra total. La lluvia de dólares mojó a todos. La "presidenta" Nadine Heredia y su sometido marido hicieron lo propio. El Gobierno de Alan García repitió las malas prácticas de su primera gestión. PPK, sin ninguna duda puso a funcionar la "Puerta Giratoria". Villarán, presidentes regionales, como el del Cusco, Callao, Áncash, Tumbes, Chiclayo y etc., y etc., se beneficiaron por igual.
Candidatos al Congreso
También recibieron su parte. Pero aquí debemos hacer una reflexión. Si Odebrecht coimeó al Poder Ejecutivo y a miembros del Congreso, ¿fueron tan cándidos en no coimear al Poder Judicial? No. Ya se sabrá y aparecerán pruebas. Solo nos queda sospechar la ignominiosa lentitud de jueces y fiscales y las idas y venidas de las investigaciones. Hasta hoy no han condenado a nadie. Esto nos inspira suspicacia.
Así las cosas, no fue una sorpresa que la población en las encuestas, identificara la corrupción como el primer problema, le siguieron (en pasado) el empleo y la inseguridad ciudadana.
Una supuesta lucha
El impreparado Martín Vizcarra leyó bien. Y se encaramó sobre una supuesta lucha contra esta lacra. No sabe, y si sabe lo disimula muy bien, que el Poder Ejecutivo no puede hacer casi nada contra los corruptos. En su fase represiva es asunto de la Policía y de jueces y fiscales. Él, lo único que puede hacer es evitarla en el Poder del Estado que preside.
¿Lo ha evitado?
No. Tiene mucho que rendirle cuentas al país sobre sus empresas y sus vínculos con Odebrecht. Para evitar sustraerse a las investigaciones, arrinconó al Congreso. Poder del Estado ineficiente y timorato. Y esto último porque los líderes de la mayoría de Congresistas también están investigados (García, Toledo, Kuczynski, Keiko Fujimori y Ollanta Humala. Amén de Lourdes Flores y César Acuña). Vizcarra no es, ni puede ser el adalid de esta lucha. Es un luchador más en la tina de barro.
La delincuencia
La población, cansada que a los asaltantes y extorsionadores de terno y corbata, no les pasara nada, varió sus prioridades. Hoy identifica como su más grave problema la delincuencia. Esa que perpetran con camisetas, bermudas y casco de motociclistas, otros asaltantes y sicarios.
El populista Vizcarra no se ha dado cuenta. Sigue con el sonsonete de los de cuello y corbata, con tal de sobrevivir en las encuestas. Es decir, de finos delincuentes hemos pasado a "choros" de pueblo joven. La misma tragedia con diferentes actores.
Este es el diagnóstico
¿Qué hacer? Muy sencillo, leer el opúsculo "Gobernabilidad y Desarrollo" del Banco Mundial. En el capítulo sobre la corrupción, este organismo internacional dice que los mejores antídotos contra esta lacra son:
1 Transparencia. Ni un solo centavo debe estar oculto. Todos los "gastos" del Estado deben estar a la vista y bajo escrutinio público. Hay una Ley de Transparencia la Nº 27806, que estipula que todos tenemos el derecho de acceder a toda la información pública. ¿Se cumple? Por supuesto que no. Ejemplo: ¿cuántos asesores tiene Vizcarra? ¿Cuánto gana cada uno? ¿Cuánto se llevan por todo concepto los Ministros? Es un misterio. Es un chiste de mal gusto que el ciudadano Presidente diga: Vamos a luchar contra la corrupción, si no empieza por la transparencia.
2 Un Poder Judicial Independiente. Ese es un mito en el país. Son obedientes al Poder de turno. Y todo porque deben sus puestos y su presupuesto al Ejecutivo. El caso más escandaloso fue el apresamiento del dirigente comunal Gregorio Rojas y sus dos asesores legales en un hotel de la capital. La posterior excarcelación de Rojas es de antología.
3 Castigos frecuentes. Como dice Alfonso Quiroz, ¿algún mafioso Presidente está en la cárcel por ladrón? No. Ninguno. Ni Fujimori. Él está preso por ensañamiento político de los caviares. Por haber apresado a su Tótem (a) "camarada Gonzalo".
4 Efectivos mecanismos de control. Es una burla que un Congreso ineficaz, sin credibilidad ni representación pretenda Fiscalizar. Controlar. ¿Y cómo puede la Contraloría del Congreso "controlar" ese Poder si es designado por los propios Congresistas?
Estas son las cuatro más importantes medidas, que son válidas para todo el planeta, si es que algún país desea luchar en serio contra la corrupción. Lo demás es "pelea en barro". Esa es nuestra opinión en uso de las facultades que otorga la Constitución a todos los ciudadanos (Artículo 2°, Inciso 4).