Nota de Redacción: El día 14 de marzo del 2012, la CONACO organizó una premiación a los empresarios exitosos de nuestro país en Miami. Antes de la partida de este nutrido grupo empresarial, el Congreso de la República realizó una ceremonia de despedida. El congresista Yehude Simon, promotor de este evento que se realizó en el salón Grau, quiso reconocer en estos inversores peruanos, que el país observa y aplaude, su actitud patriótica.
Asistieron diversos congresistas, así como una numerosa concurrencia, entre la que se contó con miembros del cuerpo diplomático acreditado en nuestro país.
En esa oportunidad, el Dr. Marco Antonio Arrunátegui Cevallos, Director General de nuestra Revista, pronunció un brillante discurso, en el que analizó la historia económica del país y las oportunidades que diversos gobiernos desperdiciaron, a pesar de las bonanzas
económicas coyunturales que les tocó vivir.
Con espíritu propositivo, señaló algunos cursos de acción,para que esta, no sea una nueva oportunidad perdida.
Dada la importancia de su contenido (que fue aceptado por diversos asistentes), hemos creído oportuno hacerlo conocer al país.
Señoras y señores:
Comparto el entusiasmo económico del país. Y me imagino que varias generaciones de peruanos sintieron lo mismo. Pues el salitre, el guano de islas, el caucho, el petróleo y la anchoveta, les dieron ingentes recursos al Estado, en diferentes épocas y en diversas cantidades.
Lastimosamente, después de esas bonanzas coyunturales, el país siguió siendo casi el mismo. Pues en ninguna de esas oportunidades, supimos convertir el crecimiento económico en desarrollo. y eso es lo que venimos demandando para que esta no sea una nueva oportunidad perdida.
Ilustres visitantes
Francis Fukuyama, influyente politólogo norteamericano de origen japonés, nos visitó el 2010; y con la agudeza que lo distingue, nos dijo que no podíamos aspirar a ser país del primer mundo, si no elevábamos nuestros niveles de educación y no diversificábamos nuestra producción. Pero también nos manifestó, que las instituciones políticas que sostienen nuestra democracia, tenían que dar un salto cualitativo. De lo contrario, ninguna de nuestras aspiraciones nacionales, tendrían sentido.
El afamado economista Michael Porter también estuvo en el país con motivo de la conferencia anual de ejecutivos 2010. Ocasión en la que nos repitió que el crecimiento económico del país no será útil ni duradero, si no se hacen reformas sociales y políticas.
¿A qué se estaban refiriendo ambos personajes y por qué esas declaraciones causaron incomodidad al Presidente de turno?
Voy a explicarlo en términos sencillos: las exportaciones del Perú se quintuplicaron entre el 2002 y el 2009 llegando a veinte mil millones de dólares. Pero este incremento se debió, sobre todo, a la exportación de bienes con poco o ningún nivel de procesamiento.
Exportaciones tradicionales
La Sociedad de Comercio Exterior del Perú (Comex Perú) presentó hace poco un informe del comportamiento de nuestra economía el 2011. Allí nos dijo que nuestras exportaciones del año pasado, llegaron a 45 mil millones de dólares, habiendo crecido 26% respecto al 2010.Pero de ellas, el 78% correspondió a las exportaciones tradicionales. Es decir, todavía no hemos logrado incrementar sustancialmente la producción y exportación de bienes procesados.
Más claro, todavía seguimos siendo un país "primario exportador". Por ello, este es el mejor momento para darle solidez y sostenibilidad al crecimiento cambiando paulatinamente el modelo. Y para ello, necesitamos incrementar la variable de la educación. No voy a repetir lo que todos sabemos: tenemos un gran déficit en calidad educativa.
Nula visión de futuro
En este sector nos han devorado: la inmediatez, vivir de espaldas a la realidad y la poca o nula visión de futuro. Un cruel complejo fundacional, nos inspira a deshacer todo lo andado y comenzar todo de nuevo. Se va a elaborar este año, un nuevo currículo para los alumnos. Pero resulta, que a un elevado costo, ya se aprobó uno el año pasado. Es decir: haremos uno nuevo, sin siquiera haber puesto en práctica el anterior.
Pero así como la educación fue la primera tarea que enfrentaron con seriedad los países que de ser sub-desarrollados, el siglo pasado, pasaron a ser desarrollados; con la misma decisión invirtieron en investigación y desarrollo para hacerlos competitivos. Nuestro país invierte solo el 0.16% del PBI en ese rubro. Y la empresa privada, casi nada.
Chile, entre el 2006 y el 2010 creó el Fondo de Innovación para la Competitividad, con recursos provenientes del royalti minero, lo que le permitió invertir 700 millones de dólares, en cuatro años, solo en inversión pública.
Este es el esfuerzo que debemos hacer, para diversificar más nuestras exportaciones y darles mayor valor agregado. Tal como nos lo sugirieron Porter y Fukuyama.
Se encuentran en crisis
Por diversas razones, los partidos políticos, que son instituciones consustanciales a la democracia, se encuentran en crisis. En mayor o menor medida. No tienen niveles aceptables de la población; pero lo más serio, es que están ausentes en la conflictividad del país, cediendo peligrosamente un apreciable espacio político, a organizaciones contestatarias que mantienen preocupado al Gobierno, desviando su atención respecto a las metas que se ha trazado. Y mientras esto no se solucione, no habrá intermediarios entre el ciudadano y el Estado, haciendo más complicada la gobernabilidad.
Fukuyama recomendó modernizarlos, democratizarlos y meritocratizarlos. ¿Asumiremos este reto como tarea pendiente?
Comparto, como peruano amante de su tierra, el esfuerzo que se está haciendo para luchar eficazmente contra la pobreza. A este proceso se ha convenido en llamar inclusión. Vengo sosteniendo hace tiempo, que solo con asistencialismo no se combate la pobreza, sino que solo se ataca sus efectos.
Incapacidad económica
La pobreza, definida por el Banco Mundial es incapacidad económica y ella solo se combate en forma efectiva, si se genera empleo digno y bien remunerado: potenciando y modernizando las micros y pequeñas empresas con capacitación, apoyo tecnológico, apoyo financiero y búsqueda de mercados en el Perú y en el mundo globalizado. Pero también es necesario acabar con la corrupción, porque si no ninguna inclusión será posible.
Dejé para el final la tarea más importante que debemos cumplir cuanto antes: la reforma del Estado, tarea que está en manos del congreso. La misma que por inexplicables razones se ha venido postergando. Y si no la hacemos, el crecimiento económico no podrá convertirse en desarrollo. Todos los países que han alcanzado este nivel lo han hecho.
Nuestro Estado ha devenido en burocrático, lento y obstruccionista, como dijo el presidente García; lástima que se quedó solamente en el diagnóstico.
Futuro prometedor
Mientras nosotros resolvemos nuestros problemas en un clima de estabilidad, confianza y predictibilidad, que los inversionistas perciban que somos un país con un futuro prometedor. Que las fuerzas retardatarias no van a lograr frenar nuestros ímpetus. No nos detengamos a pensar sobre quiénes cayó el muro de Berlín. Solo percibamos que aplastó a todos quienes quisieron mantenerlo en pie a costa del progreso de sus pueblos.
Los países son, lo que son sus hombres. Herederos de un gran imperio, sabremos construir el futuro con nuestras manos. Que esta no sea una nueva oportunidad perdida.