martes, 30 de julio de 2019

Elecciones Sin Partidos Políticos ¿Es Democracia?

En 1950 Maurice Duverger, el padre de la rama de la Sociología llamada Estasiología (que estudia los Partidos Políticos), coincidió con Max Weber y Giovanni Sartori en el sentido que la democracia tiene como sustento los Partidos Políticos, los cuales deben tener mínimamente cuatro atributos para ser tales:

 

PRIMERO:

Tener una ideología, de la cual carecen todos los llamados "Partidos Políticos" en el Perú. Honradez, Tecnología y Trabajo que identificó al Fujimorismo es una soberana paparruchada. Toledo la metió en una botella. El Apra no ha tenido pensadores que lograran hacer recorrer a Haya de la Torre al siglo XXI (tarea que se la dejamos a Jorgito del Castillo). Acción Popular enarboló el lema gaseoso como su líder: "El Perú como Doctrina". En el PPC nadie sabe que es el crudo liberalismo. Y Acuña, tiene como ideología "Plata como cancha".

 

SEGUNDO:

Tener representación nacional. ¿A quiénes representan los Congresistas si no tienen Partidos porque todos desaparecieron en estas elecciones? Solo son pedazos de cáscaras de huevo. Debieran renunciar todos.

 

TERCERO:

Ser interlocutores entre el ciudadano y el Estado, cuando hay huelgas ¿dónde se esconden los Congresistas? En el comedor del Congreso, sin salir ni siquiera por la ventana.

 

CUARTO:

Tener presencia nacional ¿hay algún local partidario en Lucanas, Otuzco o Jaén? Manam.

 

De lo que se colige que por incapacidad, falta de democracia interna y corrupción, los mal llamados "Partidos Políticos" desaparecieron en estas elecciones. Ni el APRA ni PpK presentaron candidatos. No tienen cuadros.

 

El Partido Político, según Sartori, es la vía que tienen los ciudadanos para acceder a un cargo político por elección. Al no existir estos, cada uno forma su agrupación en su jurisdicción, y con su plata (suponemos) se hicieron elegir a una Alcaldía  o Gobernación. Tenemos un país balcanizado. Con cientos de  organizaciones y miles de reyezuelos por cuenta propia. Por favor; ¿esto es democracia? No. Los políticos  la han eliminado a mansalva.

 

Como con la plata baila el mono, el improvisado y populista Martín Vizcarra, dueño de la plata, los convencerá para ofrecerles dinero para que hagan obras y recuperen su inversión. Tratará de legitimarlos y subirse sobre cada uno de los caballos.

 

El Gore funcionará a toda máquina. Pero hay un pequeño gran debate: Los sojuzgados querrán ejercer con "autonomía", su propia autoridad y señalarán e impondrán  sus propias prioridades, despilfarrando lo que les den. Esto es jugar irreflexivamente con las necesidades del pueblo.

 

Las jurisdicciones del norte que aún no han sido reconstruidas levantarán la voz. Y al no ser escuchados, la  espuma de la popularidad de Vizcarra comenzará a decaer. Su piñata ya no podrá ser el Congreso. Este lo investigará como a PPK. Keiko Fujimori ha jurado venganza. Y lo hará (¿No olvida la vacancia?)

 

Pobre país, rumbo al Bicentenario con una democracia de ficción. Donde el Presidente pisotea la Constitución que juró hacer respetar, la viola inmiscuyéndose en otros poderes autónomos e independientes solo para ganar popularidad. La vida suele dar sorpresas.

 

Hemos debilitado la institucionalidad, base para el desarrollo según Aaron Acemoglu y James Robinson ("Por qué fracasan los países"). En suma, en  doscientos años no pudimos conformar  una República. Nos quedamos en republiqueta.

 

Con las mismas caras y los mismos sinvergüenzas, no podremos reconstruir verdaderos "Partidos Políticos". El país los ha desestimado y hemos entrado en la era "chicha". Cada cual ve como organiza su agrupación, se agencia de dinero (de cualquier procedencia) y se hace nombrar autoridad para recuperar su plata y legalizar la corrupción. ¿Y el Congreso? Bien gracias. Ocupado en reuniones de la "Señora K" y blindaje a Alan García por presuntos sobornos.

 

Ojalá que el Fiscal de la Nación Pedro Chávarry actué con mano firme. Por lo pronto, y de acuerdo a nuevos elementos de comunicación, Humala debe ir preso nuevamente. Lo mismo que los gerentes  de las constructoras peruanas, que pagaron también coimas, según lo han corroborado en Brasil.

 

Perú: país inviable inmerso en una democracia trucha. Sin Partidos Políticos. Con un grave enfrentamiento de poderes y un casi inexistente Estado de Derecho. En doscientos años estamos como en 1821. Reina el caos, la confusión y el engaño. Esa es mi opinión.